martes, 8 de agosto de 2017

Helicoprion. Un enigma bizarro.

Hace más de 100 años apareció un fósil enigmático con forma de espiral. El fósil se componía de dos partes principales, una ininterrumpida que formaba la espiral, y otra compuesta de partes individuales con forma triangular que se distribuían a lo largo de dicha espiral.

Nadie tenía claro de que se trataba, si era algún tipo de molusco, o eran los dientes de un extraño animal. Estudios detallados de las piezas triangulares determinaron que se trataba de dientes de una especie de tiburón, y durante más de un siglo los paleontólogos han tratado de desvelar el misterio y encontrar una solución que explique cómo estaban dispuestos dichos dientes y que función desempeñaban.

La Universidad de Idaho tiene la mayor colección de dientes de Helicoprion, nombre con el que se bautizó a este tiburón que vivió hace 280 millones de años, y gracias al análisis que reconocidos especialistas han realizado, se ha avanzado un poco más para conocer mejor a esta criatura.

Durante todos estos años de incertidumbre se habían propuesto las más diversas y atrevidas posibilidades: desde que se trataba de prolongaciones de las aletas, hasta que eran extravagantes adornos de la nariz. Por no mencionar las innumerables formas que se plantearon para su boca.
 
Arriba, diversas interpretaciones. Abajo, evolución artística.
Los tiburones son criaturas difíciles de reconstruir. Su esqueleto está compuesto de cartílago y su fosilización es excepcional, sin embargo, dichas excepciones suceden y es lo que ocurrió con Helicoprion en 2015. Un fósil mostraba restos sutiles del cartílago y mediante estudios en 3D del fósil se realizó una reconstrucción de su mandíbula.
 
Izq. Reconstrucción en 3D. Dcha. Fósil original de Helicoprion.

Los resultados son interesantes. Para empezar los dientes tienen todos una única raíz que los une y la forma de espiral va relevando los dientes viejos por otros nuevos. El tener una única raíz otorgaba a su mandíbula una gran potencia al morder. Además en la mandíbula superior no había dientes, pero sí un maxilar cartilaginoso robusto sobre el que ejercer presión.

Si tenemos que comparar la forma de la mandíbula de Helicoprión con un animal actual, podríamos compararlo con el cachalote, que tiene dientes en su mandíbula inferior, que es más estrecha que la superior. Aun así Helicoprion es un animal único, un tiburón muy especial que hemos comenzado a conocer.


Autor: Germán Zanza López.
Ilustraciones: Ray Troll.
Fotografías:  www.trollart.com, www.scontent.cdninstagram.com
Fuentes: 
- www.trollart.com
- www.abc.es
- www.tiburonpedia.com



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