Un colmillo de 70
kilos asoma del permafrost siberiano. Perteneció a un Mamut de hace 90.000
años, como murió su propietario solo está en la mano de quien con la
imaginación es capaz de viajar al pasado. Con esfuerzo podríamos ver el fuego
de las antorchas rompiendo la oscuridad de la noche y como un grupo de mamuts
asustados se divide mostrando la debilidad de los individuos inmaduros, viejos
o enfermos. Los experimentados cazadores acorralan a su presa y con suerte y decisión
ganan la batalla.
Hoy en día los
cazadores de mamuts no persiguen presas vivas y recorren la Siberia Ártica en
busca de los trofeos conservados en el hielo. Ya no empuñan antorchas y lanzas
de madera y pedernal, pero sí se valen de herramientas robustas y afiladas para
arrancar del hielo los valiosos colmillos.
En Yakutia,
actualmente República de Sajá, viven menos de un millón de personas.
Centenares, sino miles de hombres de Yakutia se han convertido en cazadores de
colmillos al cerrar las minas y empresas de la era soviética. Un colmillo de 70
kilos puede alcanzar en el mercado un valor de 45.000 euros.
No hace mucho, el
pueblo yakuto consideraba un mal augurio tocar o encontrar un colmillo de mamut.
Pensaban que eran los dientes de topos gigantes que habitaban en las profundidades
de la tierra. Aun hoy muchos de los cazadores de mamuts dejan ofrendas como
muestra de respeto a los espíritus del lugar. Sin embargo la supervivencia de
un pueblo milenario se impone a la superstición y a la legalidad, la falta de
trabajo y de recursos empuja a estos aventureros a caminar sobre la delgada
línea de la "legalidad".
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Lanza y el colmillo en una lucha que sobrepasa al tiempo. |
El comercio del
marfil de mamut es legal, pero no está bien regulado. En un primer momento se
pensó que este comercio de marfil haría disminuir el tráfico ilegal de marfil
de elefante, pero nada más lejos de la realidad, al contrario, la masacre de
elefantes se ha incrementado. En 2012 los funcionaros de aduana de Hong Kong
requisaron la cantidad record de 5,5 toneladas de marfil de elefante.
China es el gran
destinatario del comercio de marfil, se calcula que el 90% del material extraído
del permafrost siberiano, más de 60 toneladas al año, acaba en este país. Una
vez allí, los colmillos se limpian y se tallan, en algunos casos triplicando su
valor. En Hong Kong, un colmillo tallado de 3 metros puede alcanzar los 800.000
euros.
Autor: Germán Zanza López.
Fotografias: National Geographic.
Fuentes: National Geographic.
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