domingo, 17 de abril de 2016

La depredadora de bebés dinosaurio.

Los fósiles de serpientes primitivas son escasos y siempre suscitan expectación en la comunidad científica. El interés se incrementa cuando los restos de dicha serpiente envuelve varios huevos en un nido de dinosaurio.

Serpiente Sanajeh indicus en una recreación de Tyler Keillor.

La protagonista de esta historia es una nueva especie de serpiente bautizada como Sanajeh indicus. Tiene una antigüedad de 67 millones de años y su tamaño estimado ronda los 3,5 metros de longitud. Sus parientes cercanos viven hoy en día en Australia, lo que confirma la unión de Australia y la India en aquel tiempo.

Sanajeh no era capaz de desarticular sus mandíbulas completamente como muchas serpientes hacen en la actualidad. Su alimentación estaba vinculada por tanto a dichas limitaciones. Se había observado este tipo de característica en serpientes del Mesozoico pero no siempre se obtiene información relativa a su alimentación, cosa que sí ocurre con éste caso.
 
A la izquierda el fósil y a la derecha esquema ilustrado.

Y ahí es donde radica la importancia de este fósil. Es un instante petrificado a lo largo del tiempo, donde el depredador y la presa se han conservado casi intactos. En el fósil podemos distinguir un huevo completo, los restos de cáscaras junto a un embrión de dinosaurio y los restos de un tercer huevo. 

Detalle y esquema del dinosaurio.
Después de que se realizara este descubrimiento, en otros lugares cercanos se han hallado más fósiles de serpiente Sanajeh indicus. Curiosamente en yacimientos con huevos de dinosaurio. Es obvio, que la dieta de esta serpiente estaba relacionada muy estrechamente con los bebes neonatos (recién nacidos) de dinosaurio.

El nido pertenecía a un dinosaurio saurópodo, dinosaurios de cuello largo. La cría acababa de salir del huevo y aunque no fue devorada por la serpiente, por desgracia le llegó su final de un modo que aún los científicos no han podido determinar.



Autor: Germán Zanza López.
Fotografías: Tyler Keillor, Plos biology.
Fuentes:
- www.psugeocolloquium.weebly.com/uploads/5/6/8/8/56881255/wilson_2010.pdf

viernes, 1 de abril de 2016

El dinosaurio venenoso.

Hoy en día no nos resulta "raro" ver dibujos o maquetas de dinosaurios con plumas, pero cuando el Sinornithosaurus fue descubierto en 1999 era la quinta especie de dinosaurio que se descubría con plumas fosilizadas.
 
Detalle del fósil de Sinornithosaurus.
Los yacimientos de China desde entonces no han dejado de incrementar el listado de los "dinosaurios emplumados". El explicación radica en la calidad de los sedimentos que conservaron los fósiles. Son de tan alta calidad, que hasta los más delicados detalles han quedado fosilizados. Las plumas pueden estudiarse con gran detalle y Sinornithosaurus aportó mucha información en este sentido.

Gracias a sus fósiles se realizaron unos estudios sobre el tipo de plumas que tenía este tipo de dinosaurio. Las plumas cubrían todo el cuerpo y formaban unas primitivas alas, que no eran aptas para el vuelo. Aunque quizás si le permitían planear al desplazarse entre los árboles. 

Las plumas son indistinguibles de las halladas en las aves del mismo período, pero difieren de las plumas presentes en las aves actuales: Las plumas de éstos dinosaurios carecen de ramificaciones secundarias y tampoco tienen bárbulas, unos pequeños "ganchos" que permiten a las aves formar una capa uniforme con sus plumas, adheriendo unas con otras.

Toda esta información era muy valiosa pero el Sinornithosaurus guardaba una sorpresa mucho más interesante. Los científicos descubrieron que uno de los dientes tenía las características idóneas para inyectar veneno. Además en el cráneo había un hueco y un conducto similares a los que tienen las serpientes. Los paleontólogos concluyeron que estábamos probablemente ante el primer dinosaurio venenoso conocido.

A) Colmillo para inyectar. B) Glándula veneno. C) Conducto.

Se había teorizado anteriormente sobre la posibilidad de que algunos dinosaurios carnívoros tuvieran una saliva con propiedades similares a las del Dragón de Komodo. Pero la forma de inyectar veneno del Sinornithosaurus es muy sofisticada e inesperada de encontrar en un dinosaurio. 


Autor: Germán Zanza López.
Ilustraciones: www.dinosaurosi.com
Fotografías: www.raptorwing.tumblr.com
Fuentes:
- Revista Nature. Varias publicaciones.