jueves, 30 de julio de 2015

Las cabañas de hueso.

Esta historia comienza hace mucho, y la conocemos gracias a que un hombre decidió ampliar su sótano. Lo que nadie espera cuando comienza una obra en su casa es encontrar restos de mamut. Eso precisamente es lo que se encontró aquel agricultor en una localidad de Ucrania.

El yacimiento comenzó a excavarse en 1965 y reveló una acumulación anómala de huesos de mamut. Los huesos se amontonaban formado círculos y las partes del esqueleto estaban distribuidas de forma específica.  En la parte exterior del círculo estaban las mandíbulas y huesos largos, y en la zona central las escápulas y los huesos más ligeros.


La polémica estuvo presente desde que se planteó la primera teoría. Se propuso que lo que se había descubierto era un asentamiento humano, y que los huesos habían sido utilizados para construir hogares. Otros científicos aportaron teorías alternativas, que estaban de acuerdo en una acumulación de la mano del hombre, con un uso ritual pero no como hogar.

Recreación de cabaña cubierta con pieles.
Los estudios más actuales otorgan a este yacimiento una antigüedad de 40.000 años, y la sombra del neandertal está presente. No sólo huesos aparecieron en este yacimiento,más de 40.000 artefactos de piedra de tipo musteriense (asociado a neandertal), además de lo que parece ser un “vertedero”, en el que aparecieron huesos de ciervos, reno y caballo. Aunque la pieza que más llamó la atención de los expertos es un cráneo de mamut que fue encontrado en la zona central de una de las “cabañas”. El cráneo en cuestión tenía marcas muy llamativas pintadas con ocre y muestras de haber sido golpeado. Los expertos especulan que pudo haber sido utilizado como instrumento de percusión.

Reconstrucción de cabaña y cráneo de mamut pintado.

Son muchos los misterios que se encierran en este lugar, pero hay pistas interesanetes. Muestras de hogueras, acumulación de desperdicios y signos de habitabilidad prolongada en el tiempo, indican que este lugar fue un “hogar” estable. Da indicios pues de un sedentarismo, aunque conchas, restos minerales y de ámbar, indican también una predisposición a recorrer grandes distancias, ya que algunos de esos materiales fueron recogidos a más de 500 km de distancia. En los 50 metros cuadrados que abarca el “poblado” hay localizadas 15 estructuras realizadas con los huesos de 149 mamuts, y aunque no se han conservado, probablemente capas de pieles cubrían las chozas.

¿Y tú, crees en las cabañas de hueso?


Autor: Germán Zanza López.
Ilustraciones: www.donsmaps.com.
Fotografías: www.blog.pucp.edu.pe, www.donsmaps.com, www.museosjapon.com.
Fuentes:
- Pidoplichko, I. H. (1998) Upper Palaeolithic dwellings of mammoth bones in the Ukraine: Kiev-Kirillovskii, Gontsy, Dobranichevka, Mezin and Mezhirich, Oxford: J. and E. Hedges.

viernes, 24 de julio de 2015

El fósil increíble de una lucha.

El desierto del Gobi en Mongolia, es un lugar excepcional para los paleontólogos. Las condiciones ambientales y geológicas ofrecen a los cazadores de fósiles un material excepcional, muchos ejemplares de dinosaurio se encuentran completos y en posición anatómica. Es decir, se encuentran con los huesos conectados unos con otros en la posición en la que el animal murió hace casi 100 millones de años. 

Los huesos fosilizados de los dinosaurios contienen una información muy limitada, y son las excepciones en forma de fósiles insólitos, las que nos animan a soñar y traer al presente instantes vividos en el pasado.
Algunos fósiles parecen fotografías que captan un momento de la era mesozoica: madres y padres oviraptor incubando sus huevos, bebés dinosaurio saliendo del cascarón ó como en la historia de la que hablaremos hoy,  el resultado de una lucha.

Fósil original a la izq, reconstrucción a la dcha.
Los velociraptores eran depredadores que ocupaban el nicho ecológico equivalente a los lobos actuales. Eran carnívoros inteligentes y probablemente sociales. Tenían una gran garra en sus patas traseras que les servía para herir de muerte a sus presas. Dientes afilados y garras de menor tamaño en manos y pies eran también armas nada desdeñables.

Los protoceratops por su parte eran herbívoros. Pertenecían a la misma familia que los triceratops aunque carecían de cuernos. Eran probablemente dinosaurios sociales y en manada se protegían de los depredadores. 

Ilustración de los dinosaurios en plena lucha.
Los detalles que dieron origen de la trifulca se desconocen. Quizás se trataba de un velociraptor solitario, o un miembro de un grupo que se acercó demasiado a la manada de protoceratops. Puede también que los protoceratops se sintieran amenazados al ver invadido su territorio… y el ataque comenzó. La posición sugiere que el protoceratops envistió al velociraptor. El duro golpe rompió algunas costillas, pero el depredador se defendió. Seguramente rasgó con sus uñas traseras el vientre del protoceratops, que por su parte mordió uno de los brazos del velociraptor.

Enzarzados en una danza mortal ambos animales murieron rápidamente. Después, una tormenta de arena cubrió sus cuerpos preservándolos hasta nuestros días, convirtiéndolo en el fósil increíble de una lucha.






Autor: Germán Zanza López.
Ilustraciones: www.pinterest.com, www.spohniscool.deviantart.com.
Fotografías: www.pinterest.com.