miércoles, 20 de mayo de 2015

El fenómeno de las "frutas encantadas" o "frutas fantasma".

El aguacate es una fruta de alto valor calórico, por lo que su consumo debe ser moderado, y como curiosidad la pita oculta en su interior es de gran tamaño. Hoy en día ningún animal puede consumir aguacates y dispersar sus semillas como ocurre con otros frutos y otros ecosistemas.

¿A qué se debe esto? ¿Tiene algún sentido?

El científico Paul Martin y Daniel Janzen, fueron los primeros en plantear una teoria al respecto. El ejemplo del aguacate no es el único, la chirimoya y la papaya, tienen similares características.

Estos científicos plantearon lo que se denominó "frutas fantasma", plantas que en un momento se adaptaron a un ecosistema y pese a los cambios mantuvieron los mismos patrones de conducta.


La extinción de algunos animales en la prehistoria, explicaría lo que ocurre en algunos bosques y selvas actuales. Es curioso que América se den este tipo de frutos habiéndose extinguido la megafauna al final de la última era glacial, hace 13.000 años.

Aguacate, chirimoya y papaya.

Tiene sentido que estas frutas de tamaño medio pero con una alta cantidad de grasa vegetal hubieran saciado a los enormes Megatherium, proporcionándoles los suficientes nutrientes.  Además estas enormes moles de más de cinco metros de altura y varias toneladas de peso, hubieran sido los perfectos dispersadores de semillas.

El Megatherium se extinguió hace 11.000 años aproximadamente. Eran mamiferos enormes cercanos a los perezosos actuales pero de un tamaño mucho mayor, más pesados y de hábitos terrestres. Los brazos fuertes le ayudaban quizás a inclinar algunas ramas y acceder a las hojas y a los frutos de los que se alimentaban. Las potentes mandíbulas y los músculos de su boca, estaban adaptados para el consumo continuo de vegetales y frutas.

El Gliptodonte, se aprovechaba quizás de las frutas caídas, y las consumía ocasionalmente. Este otro animal está más emparentado con los armadillos aunque tanto el Megatherium como el Gliptodonte son bestias que harían sombra a cualquiera de sus primos cercanos vivos hoy en día.

Izq. Gliptodonte y dcha. Megatherium.

El anacronismo así tendría sentido y con la ayuda de las culturas humanas que ocuparon América favoreciendo el cultivo del árbol del aguacate, esta planta sobrevivió a la extinción. El Megatherium y el Gliptodonte quedan atrás en el tiempo, sólo sus fósiles y los frutos que los alimentaron en el pleistoceno son testigos de su existencia. Ahora, al preparar una ensalada y añadir un aguacate, pensaremos en esas gigantescas criaturas que nos cedieron su legado.



Autor: Germán Zanza López.
Ilustraciones: www.mundohistoria.org, (silueta perezoso y megatherium) composición de Germán Zanza.
Fotografías: www.frutas-los-cursos.com,
Fuentes:
- www.muyinteresante.es
- McKenna, M. C, and S. K. Bell. 1997. Classification of Mammals Above the Species Level. Columbia University Press, New York, 631 pp.

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