En ocasiones se
descubre una nueva especie de dinosaurio mediante un reducido conjunto de
huesos. Esos huesos pueden ser suficientes para crear una imagen general del
animal, o por el contrario pueden servir únicamente para dejar abiertos
infinitos interrogantes. La historia del Deinocheirus "manos
terribles", era uno de esos casos rodeado de interrogantes.
Mano de Deinocheirus. |
En 1965 las
arenas del desierto de Gobi regalaron a los científicos un misterio, los huesos
fósiles de un enorme dinosaurio: Unas pocas vértebras y lo que parecían ser dos
brazos casi completos. Los científicos polacos a cargo de la expedición
quedaron sorprendidos al ver la dimensión que alcanzaban dichos brazos.
Una vez
trasladados los fósiles al museo, restaurados y ensamblados, cada brazo alcanzó
la longitud de 2,4 metros. Las garras enormes y curvas daban un aspecto feroz
al dinosaurio que los poseyó, pero salvo el enorme tamaño y su posible dieta
carnívora, nada más se sabía de ese enigmático animal extinto.
Durante décadas
el debate estuvo abierto y sin consenso se intentó buscar el hueco donde
encajar al Deinocheirus. Por suerte en 2009 una nueva expedición al Gobi trajo
consigo dos nuevos esqueletos de Deinochirus, esta vez mucho más completos. Uno
de dichos esqueletos incluía un cráneo. Por fin el enigma era resuelto y el
"manos terribles" obtenía su forma.
Su cráneo
sorprendió a todos, tenía un hocico en forma de "pico de pato"; la
columna vertebral formaba una giba y su cuerpo era robusto. Se imaginó al
Deinocheirus como un enorme carnívoro, también como un herbívoro similar al
Gallimimus, y su dieta también fue una sorpresa. Abundantes gastrolitos,
piedras ingeridas para ayudar en la digestión, fueron encontradas en la zona
del estómago.
Junto a estos gastrolitos había vértebras de peces, lo que
indicaba que el Deinocheirus había comido peces la última vez que se alimentó.
Los paleontólogos no descartan que también comiera vegetales, intuyen que pudo
tener primitivas y finas plumas cubriendo su cuerpo, pero su aspecto final y
sus costumbres seguirán siendo un misterio.
Autor: Germán Zanza López.
Ilustraciones: www.pinterest.com
Fotografías: www.wikipedia.org
Fuentes:
- Revista Nature. "Resolving the long-standing enigmas of a giant ornithomimosaur Deinocheirus mirificus. Lee, Y. N., Barsbold, R., Currie, P. J., Kobayashi, Y., Lee, H. J., Godefroit (2014).
- Osmólska, H. y E.
Roniewicz. (1970). Deinocheiridae, a new family of theropod dinosaurs. Palaeontologia Polonica
(21): 5–19.
- Kobayashi, Y., & Barsbold, R. (2006). Ornithomimids from the Nemegt Formation of Mongolia. Journal-paleontological society of Korea. 22 (1), 195.
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