sábado, 11 de abril de 2020

Herramientas de madera neandertales.

Cada día conocemos mejor a los neandertales. Los nuevos descubrimientos y las nuevas tecnologías ayudan a los expertos a comprender mejor como fue la vida y aspecto de aquellos  humanos. El ADN es la nueva revolución, pero esos avances solo resuelven una parte de los problemas, los relacionados con la filogenia de nuestra especie, su origen y cruces con otros grupos humanos.

Pero saber como cazaban, que herramientas utilizaban, cual era la complejidad técnica de dichas herramientas o la complejidad cognitiva, no la podemos desvelar a través del ADN.

Los dientes son los elementos más duros del cuerpo humano. Por eso son las piezas que mejor resisten los procesos biológicos y geológicos de degradación y de erosión; y son los fósiles de vertebrado más abundantes. Los huesos, aunque más proclives a una peor conservación, también son muy abundantes y su conservación no es rara. Sin embargo no ocurre lo mismo con otros elementos, como el cuero, los tendones, las fibras vegetales o la madera.

Por suerte, la madera es el siguiente elemento mejor conservado en esa larga lista de posibles elementos utilizados para facilitar el día a día de los hombres y mujeres del paleolítico.
Hay varios yacimientos en Europa, que conservan elementos confeccionados con madera y que han llegado hasta nuestros días. Algunos son sorprendentes por su nivel de conservación, otros son peculiares por su forma y de muchos no llegaremos a conocer su verdadera función, perdiéndonos en la especulación.

Este post, quiere acercar esa arqueología casi imposible, de elementos que es muy difícil encontrar bien conservados y que sin embargo debieron ser muy abundantes y necesarios en la vida de los neandertales.



Autor texto: Germán Zanza López.

Punta de Aranbaltza.

Hace 90.000 años, los neandertales que habitaron lo que hoy en día es Barrika (Vizcaya, España), perdieron una serie de herramientas que transportadas por el agua fueron acumuladas en lo que hoy conocemos como el yacimiento de Aranbaltza.

En una misma zona aparecieron dos herramientas, una de sílex y otra de madera.
La pieza de madera es una punta biselada de 15 cm de longitud, fabricada a partir de la rama de un tejo que fue cortada longitudinalmente. Se plantea también la posibilidad de que la pieza haya sido reciclada y que en origen fuera una lanza, aprovechada posteriormente como palo de excavación para recoger raíces, por ejemplo. Se plantea esa posibilidad porque es una pieza afilada que posiblemente fue más larga y se rompió a posta realizando un corte biselado a la pieza, acortándola.

a) Estado de la pieza recién extraída del sedimento.
Dcha. Estado actual tras el tratamiento de conservación.


Los análisis han revelado que la madera fue expuesta al fuego, posiblemente para endurecerla; que fue raspada con herramientas líticas, para darle forma; e incluso que se eliminaron pequeños brotes durante la elaboración.

a) 1 y 2 Detalle de la punta.         
b) Pequeña rama podada.           
c) Marcas de exposición al fuego.
d) Marcas de herramienta de sílex.

Las condiciones del yacimiento de Aranbaltza, con sedimentos de limos y arena mojada, son muy propicios para que se conserven materiales de este tipo. Así que más sorpresas pueden llegar en futuras excavaciones. Le deseamos mucha suerte a Joseba Ríos Garaizar, director de las excavaciones y a todo su equipo. Esperemos que nuevos descubrimientos sigan sorprendiendo a las mentes inquietas.


Autor texto: Germán Zanza López.
Autor fotografías: (1-2) Revista PLOS ONE.  



Lanzas de Schöningen.

Recientemente hablé del descubrimiento en Abri du Maras (Francia), de un pequeño cordel de 6 mm de longitud. Desde luego las piezas de madera son más abundantes que las realizadas con fibra vegetal, pero aun así son raras de hallar.

Detalle de la punta de una de las lanzas.

Uno de los conjuntos más sorprendentes son las lanzas de Shöningen (Alemania), 8 lanzas que datan de hace 400.000 años, descubiertas en una mina de carbón a cielo abierto entre los años 1995 y 1998.
Las lanzas tienen una longitud variable que va desde 1,82 m hasta 2,30 m y un diámetro aproximado de 47 mm y unos 2 kg de peso. Para realizarlas se utilizó el corazón del tronco de árboles jóvenes de Picea. Eran por tanto duras y flexibles.
Las lanzas tienen mayor peso en la punta, lo que puede indicar que estaban diseñadas para ser lanzadas.


El clima cuando se recogieron era frío, los anillos indican un ritmo de crecimiento bajo. Un clima hostil en el que cazaron mayoritariamente caballos, que fueron despiezados y cuyos restos abundan en el yacimiento.


Autor texto: Germán Zanza López.
Autor imágenes: (1) www.landschaftsmuseum.de, (2) www.sciencedirect.com



Bastones de la Toscana.

Uno de los bastones.
En Poggeti Vecchi (Italia), en 2017 se publicó en la revista PNAS el descubrimiento de un conjunto de herramientas de madera muy singulares. Se trataba de bastones de madera de boj de un metro aproximado de longitud, con el extremo superior redondeado y el extremo más estrecho.



Ampliación de algunos detalles.
Se desconoce la función de estos bastones, pero hoy en día sociedades de cazadores recolectores los utilizan para excavar y recolectar de raíces. Aunque también podía haber servido para cazar animales que vivían bajo tierra.

La información más interesante que nos aportan estos útiles, es que al estar datados en 171.000 años, la autoría es necesariamente neandertal. Además la madera de boj es muy dura y la madera fue modelada con la ayuda del fuego, planificando además la forma más funcional para el uso requerido. Aunque la madera había sido seleccionada previamente por su rectitud, se emplearon útiles de piedra para terminar de dar forma a los bastones.

Obviamente todos estos datos evidencian un perfecto conocimiento de los recursos que ofrece el medio, del mayor rendimiento de los diferentes materiales obtenidos y del control del fuego y sus potenciales funciones.


Autor texto: Germán Zanza López.
Autor imágenes: (1) www.europapress.es, (2-3) www.pnas.org



El "cuchillo" de Abric Romaní.

Uno de los útiles más asombrosos del registro fósil se descubrió en Abric Romaní (Barcelona, España); y curiosamente no se trata de un objeto físico. Me explico, lo que quedó registrado en el sedimento fue el hueco que dejó la herramienta al cubrirse de tierra y posteriormente pudrirse. Por suerte, un pequeño rastro carbonizado quedó en el hueco, por lo que podemos evidenciar que era una pieza confeccionada con madera; posiblemente de pino o sabina, los árboles que había entonces por los alrededores.

Negativo en el sedimento junto a una reconstrucción de la pieza.

Abric Romaní es un yacimiento asombroso por la cantidad de hogares (fuegos) descubiertos, por la situación geográfica que ocupa, es un lugar estratégico tanto para la obtención de recursos alimenticios; y el largo tiempo de ocupación que presenta tanto de neandertales como de sapiens, lo convierten en un lugar singular.
 
Una de las "bandejas".

La pieza de madera datada en 56.000 años, con forma de pala o cuchillo, pudo ser utilizada para la recolección de frutos o mantenimiento de fuegos. Y como advertimos, Abric Romaní es un yacimiento asombroso y no se limita a esta única pieza su registro de restos de madera. Se han encontrado varios negativos más durante las excavaciones de lo que parecen ser bandejas o superficies planas de madera. La función de estos elementos es totalmente desconocida, y queda a la imaginación de quien lea estas líneas. Pero queda claro que la madera cumplía un papel muy importante en la vida cotidiana de los neandertales.



Autor texto: Germán Zanza López.
Autor imágenes: (1) www.agenciasinc.es, (2) alamy



jueves, 9 de abril de 2020

Una cuerda neandertal.

Para reconstruir el pasado, los arqueólogos a menudo se tienen que conformar con huesos y dientes de animales y de los humanos que vivieron en aquel tiempo y con las herramientas de piedra que éstos fabricaron. Son menos abundantes los utensilios de madera, aunque hay algunas piezas asombrosas como las lanzas de Schöningen; y desde luego son muy escasos los restos de fibras vegetales, como por ejemplo cuerdas. 

Y de eso precisamente trata una reciente publicación en la revista Nature. Durante los trabajos de excavación en el Abri du Maras (Francia), se halló un fragmento de sílex de 6 cm aprox. que al microscopio reveló un diminuto fragmento de cuerda de 6 milímetros de longitud.
 
Pieza de sílex con fragmento vegetal trenzado de Abri du Maras.

La antigüedad de esta cuerda es de entre 41.000 y 52.000, lo que la convierte en la “cuerda” más antigua registrada por la ciencia. Hasta ahora las más antiguas conocidas databan de hace 19.000 años y se localizaron en Ohalo II, Israel.

Las implicaciones son notables, ya que aumenta las habilidades cognitivas de los neandertales. Puede ser algo obvio, pero en la ciencia hacen falta evidencias que ratifiquen las teorías. Algunas de esas habilidades implicarían por ejemplo el conocimiento amplio sobre el crecimiento y la estacionalidad de los árboles utilizados, ya que las fibras vegetales pertenecen a plantas sin flor, posiblemente coníferas. Y deberían tener también conceptos matemáticos básicos para crear los haces de fibras, cordón de tres capas y cuerda de varios cordones.

a) Vista microscopio del fragmento trenzado.                 
b) En distintos colores los tres haces de fibras.               
c) Detalle de una fibra que componen los haces de fibras.

El fragmento como se ha mencionado, estaba adherido a una pieza de sílex. Durante esos aproximadamente 40 o 50.000 años, la cuerda estuvo en contacto con ese fragmento por lo que ambas piezas debieron estar vinculadas. La pieza de sílex pudo estar enmangada con la cuerda, o ésta pudo estar dentro de una red de fibra vegetal para ser transportada.

Sea como fuere, los neandertales demuestran con cada descubrimiento tener capacidades propias de los humanos anatómicamente modernos.




viernes, 3 de abril de 2020

"El precursor de los aviadores"

NOTA DEL AUTOR: El artículo ha sido transcrito íntegramente de la revista "Alrededor del Mundo", con las consecuentes errores científicos, ortográficos o gramaticales.

Madrid 27 de Septiembre de 1920.
Número 1.110

EL PRECURSOR DE LOS AVIADORES.
El padre de todas las aves.


Si el estegosauro hubiese vivido hasta la aparición del hombre en la tierra, habría sido uno de los monstruos más temidos.

Hace cosa de un millón de años, durante el período llamado Jurásico, cuando la tierra era un inmenso pantano, la Naturaleza hacía fantásticas pruebas creando verdaderos monstruos animales. Era la época de los deicosaurios, gigantescos reptiles, de formas de pescadilla, dadas por la madre naturaleza en un momento de indigestión creadora, después de una cena pesada y pantegruélica.

Entro todos estos monstruos, ninguno tan interesante para el hombre de ciencia como el estegosauro.
Medían estos animales de cinco a ocho metros desde la cruz al sacro de donde partía una cola de iguales dimensiones; el cuello y la cabeza medían de dos a tres y medio metros. El tamaño más corriente era de unos diez metros desde su cabeza hasta la extremidad de la cola. Las patas anteriores eran sumamente cortas y las traseras tres veces más largas.
No es, sin embargo, su tamaño lo que más ha llamado la atención de los naturalistas, sino las aletas que en doble fila salen de su dorso desde la cabeza hasta la mitad de la cola.
Durante cerca de medio siglo los paleontólogos del mundo han tratado de explicar el uso de las grandes aletas, y después de varios estudios han sacado su consecuencia, gracias a un esqueleto casi completo del estegosauro.



Por éste se ha visto que este animal es el precursor del aeroplano; es más, el padre de todas las aves.
Gracias a que el esqueleto hallado estaba todo unido, se ha visto exactamente la forma del monstruo y se ha podido sacar consecuencias muy curiosas. Las aletas misteriosas no estaban unidas a la espina dorsal, ni eran de hueso, sino de naturaleza córnea, flexibles y fáciles de manejar y darles movimiento con los músculos del gran cuerpo. Eran estas aletas, superficiales resbaladoras o sostenedoras; especie de planos de los aviones, que podían levantarse o bajarse y transportar a grandes saltos por el aire los enormes corpachones, a permitir al monstruo deslizarse por el aire desde una altura a un nivel inferior.

Además se encontró que el peso de este deicosauro no era tan grande como se creía. Sus grandes huesos eran huecos y con cámaras aéreas como los de las aves, y las aletas muy ligeras.
Todo esto hace creer que este animal fue el precursor de los aeroplanos, de las máquinas voladoras más pesadas que el aire y es más, el padre de todas las aves, y que sus aletas fueron el primer paso para la evolución de las alas cubiertas de pluma.