Fósil de Anchiornis y tamaño. |
Hoy en día la
imagen de un dinosaurio carnívoro con plumas no nos resulta extraña, son muchas
las evidencias fósiles que demuestran que muchos dinosaurios tenían el cuerpo cubierto
de plumas. Uno de los fósiles que actualizó la imagen de los dinosaurios fue el
Anchiornis, un dinosaurio con cuatro "alas" que probablemente tenía
hábitos arborícolas y planeaba para desplazarse entre los árboles
Vivió en el norte
de China hace 160 millones de años, pero gracias a su excelente conservación
podemos saber hoy en día mucho sobre esta criatura. Su descubrimiento se
realizó en 2009 y entonces se le representó como un terópodo estilizado. Su
estudio se centró en las plumas conservadas y se verificó que podían permitir
el planeo del animal.
Como
habitualmente ocurre en paleontología a principios de 2017 un nuevo examen
sobre el fósil modificó levemente la apariencia del Anchiornis. En esta ocasión
el estudio se centró en la masa muscular, algo que no se había hecho hasta
entonces. Se comparó dicha musculatura con la de las águilas o los albatros,
con lo que Anchiornis "ganó" masa muscular respecto a las
ilustraciones anteriores. En la imagen inferior se puede ver el volumen muscular de uno de los brazos.
Visión con alta tecnología de un ala de Anchiornis. |
Sin embargo el
potencial del fósil no se había extraído del todo y en Diciembre de 2017 un
último estudio del Anchiornis aporta más luz y ofrece una visión que dota de
"vida" a esta criatura mitad ave, mitad dinosaurio.
En esta ocasión
se ha analizado con detalle el plumaje que cubría el cuerpo, examinando
concretamente plumas aisladas que pueden ser comparadas con aves actuales. El
plumaje combinaba plumas cortas con plumas largas y flexibles que sobresalían
en forma de V. Las plumas más cortas eran más parecidas a las de un kiwi, y
daban a este dinosaurio un aspecto de "peluche".
A) Imagen de 2009. B) Imagen de Febrero 2017. C) Imagen actual 2017. |
Lo que ha
cambiado poco es el color dado a Anchiornis en las representaciones artísticas.
Los pigmentos conservados en los fósiles han ayudado a los paleoartistas a
mantener un consenso de tonos negros o grisáceos para el cuerpo con tonos más
blancos en las alas y la cola, y un "mechón" rojizo sobre la cabeza.
Esperaremos a ver
lo que dicen los próximos estudios, porque si algo está claro con el Anchiornis
es que es un dinosaurio lleno de sorpresas.
Autor: Germán Zanza López.
Ilustraciones: Howard Hughes Medical Institute, Michael DiGiorgio, Rebecca Gelernter.
Fotografías: www.phys.org, www.raptormaniacs.com
Fuentes:
- www.phys.org
- www.europapress.es
- www.scmp.com
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