Vista general del yacimiento. |
Son las 11.30 de
la mañana, el sol no da tregua en un cielo despejado de nubes y los
paleontólogos se resguardan bajo una lona que cubre el yacimiento. Allí nos
espera Fidel Torcida, paleontólogo, director del Museo de Dinosaurios de Salas
de los Infantes y responsable de la excavación de Torrelara.
Nos reunimos con
Fidel porque un dinosaurio lleva esperando 27 años para ser excavado, hoy por
fin ese día ha llegado aunque la historia de este dinosaurio se extiende en el
tiempo a lo largo de millones de años hasta el período Cretácico.
Autor del blog junto a Fidel Torcida (izq). |
La primera
pregunta es obvia, ¿Por qué han tenido que pasar 27 años para que los restos de
este dinosaurio puedan recuperarse? El terreno, una propiedad privada, falta de
financiación y otros yacimientos en los que trabajar han dilatado en el tiempo
la intervención en Torrelara.
Ahora, un cambio
de propietarios y un nuevo proyecto agrícola daban la oportunidad única de
desenterrar al dinosaurio, "era ahora o nunca" nos dice Fidel
Torcida, ya que la intención es explotar la finca en su totalidad, invadiendo
la zona en la que hasta ahora reposaban los restos del dinosaurio y eso
dificultaría los trabajos en un futuro.
Al conocer la
historia de este Saurópodo de Torrelara, y al estar en una finca de explotación
agrícola, pensamos que podría haberse descubierto durante los trabajos de
labranza, pero Fidel nos corrige, "los primeros restos, un fémur, se
descubrieron aquí" nos indica señalando una zona concreta del yacimiento, el lecho de un arroyo,
"al circular el agua dejó expuesto el hueso y llamó la atención del
propietario" que advirtió del descubrimiento.
La curiosidad por
saber el tamaño del animal es evidente y así se lo hacemos saber al experto.
"Por desgracia no han aparecido la escápula u otros huesos que pueden
ayudarnos a determinar el tamaño del animal, pero podemos hacernos una idea de
que era un animal realmente grande" Fidel acompaña sus palabras
mostrándonos una vértebra caudal embalada y lista para ser trasladada al
laboratorio. Su tamaño es enorme y aunque más pequeña, recuerda a la del recién
presentado Europatitan eastwoodi.
Durante toda la
entrevista un fantasma nos ha rondado, lo hemos sentido presente y se ha dejado
ver. La política es un fantasma terrible por su influencia, y la falta de
financiación para desarrollar proyectos como el de Torrelara, es la manera en
que se manifiesta de la forma más terrorífica. Es lamentable que el motor de la
paleontología de Salas de los Infantes sea la autofinanciación, un muy buen
trabajo de la Fundación de los Dinosaurios de Castilla y León. Aunque en esta excavación la diputación de Burgos financia el 70% de la excavación, es evidente la falta de compromiso de las instituciones ante el patrimonio paleontológico que
Burgos y sus dinosaurios nos ofrece.
Solo nos queda
dar las gracias a Fidel Torcida, al Museo de los Dinosaurios de Salas de los
Infantes y esperamos que muy pronto el compromiso de un nuevo museo sea por fin
una realidad.
Recuerda que puedes colaborar con la Fundación de Dinosaurios de Castilla y León.
Autor: Germán Zanza López.
Fotografías: Elena Rueda Saiz.
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