Cuenta la leyenda
que en 1951 un grupo de aventureros y exploradores se reunieron en torno a una
mesa para degustar un exótico e inesperado menú: carne de mamut. Como toda buena
leyenda ha sido alterada con el trascurrir de los años y la primera versión decía
que la carne servida aquella noche era en realidad de Megatherium. Un
antepasado del perezoso actual.
La duda sobre lo
que se degustó en aquella excéntrica velada ahora está resuelta gracias a la
Diosa Fortuna, o mejor dicho, gracias a que el taxidermista Paul Howes no pudo
asistir y solicitó que le remitiesen una muestra del menú.
Desde entonces,
bañado en formol, un trozo de carne se ha conservado en el Museo de Bruce Greenwich hasta 2001,
fecha en la que la muestra se trasladó al Museo de Peabody de la Universidad de
Yale.
La leyenda nace en El Club de Exploradores de Nueva York, una asociación de aventureros y exploradores
que todos los años celebran una cena en la que se ofrece un menú más o menos
exótico: insectos, tarántulas o carne de cocodrilo, son algunos ejemplos de lo
que podemos degustar.
La carne de mamut que supuestamente se consumió aquella
noche de 1951, procedía de un esqueleto congelado encontrado en Akutan Island por
Bernard Hubbard.
¿Mamut o
Megatherium? No es sólo curiosidad, ya que no hay pruebas fósiles de la
presencia de Megatherium en América del Norte. Dado que la muestra proviene de
Alaska, situaría al Megatherium extremadamente al Norte, algo impensable hasta
la fecha. Parece más lógico pensar que se trata en realidad de Mamut, una especie que sí vivía hace 8.000 años en Alaska.
En 2016 hemos
obtenido al fin la respuesta a la pregunta y sabemos que es lo que se conserva
en el tarro del Museo de Peabody, y por ende lo que cenó en 1951 "El Club de Exploradores" de Nueva York.
El resultado
contiene como ingrediente principal la decepción, y es que el ADN no deja lugar
para la duda. Lo que se cenó aquella noche era en realidad carne de tortuga,
concretamente Chelonia mydas, conocida comúnmente como tortuga verde.
Así mueren las
leyendas. Por suerte Paul Howes no tuvo excesivo apetito y guardó las sobras de
la cena, de lo contrario hubiera quedado la eterna duda sobre el menú degustado: ¿Carne de mamut o de Megatherium?
Autor: Germán Zanza López.
Fotografías: www.elpais.com, www.reddit.com.
Fuentes:
- Revista Plos.
- Periodico El País.
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